Atamos los cordones de las zapatillas, enchufamos el pulsómetro, botella de agua llena…Preparados, listos, ¡ya!
Cuando comenzamos a hacer ejercicio, sin que seamos conscientes, en nuestro organismo se producen cambios para hacer frente a esta situación de “estrés”.
Estas modificaciones engloban adaptaciones metabólicas, cardiocirculatorias, respiratorias, en la composición de la sangre y de nuestro medio interno, que han de estar coordinadas en todo el organismo para la consecución de la actividad y la vuelta al reposo.
¿Cómo consigue nuestro organismo inducir estas modificaciones?…